Se incendia el instante de agua. ¿Floto?
Soy el mar que se filtra por la insondable estrofa demente. O quizás sólo enloquecí. Si lo admito llega más rápida la cura. Algo me chupa hacia adentro, placentera succión al infierno acuático. No se mojan mis párpados. Si buceo, me veo. Evoluciono y esa planta crece. Respiro agua. Tiro un ancla a mi mundito subacuático. En este torbellino de leche materna, me paso la piedra de la memoria, busco un recuerdo. Un piecito tibio de manteca busca mi panza.
Floto.